Las carreras en el País Vasco
son otra historia...
Con toda la ilusión del mundo salía desde A Coruña dirección Beasain (Guipúzcoa) el jueves a la tarde. Salía con lluvia (llevamos semanas que no para de llover), pero pensando en que pararía de llover conforme saliese de Galicia. Pues no, cada vez que me iba alejando de A Coruña, era más intensa la lluvia. Esta podía parar unos minutos pero volvía a caer como jarros de agua.
Por momentos, me venía a la cabeza "a donde voy yo con este tiempo", pero seguía adelante. No soy de los que se rinde fácilmente. Y tocaba dormir en el camino. Fue en Colunga, en el coche y bajo la lluvia. Y tengo que decir que dormí estupendamente.
El viernes por la mañana, recogida de cama y a desayunar en una cafetería de la plaza. No tardé en salir con el coche, ya que tenía que estar antes de las 14 horas para recoger el dorsal. Seguía lloviendo, y lo hizo casi hasta llegar a Beasain.
En el ambiente ya se olía trail y en esto que veo dos siluetas que se me hacen conocidas... son Pakita Trail e Iván Redondo, que alegría, no estoy solo. Aparco el coche y ya me uno a ellos. Para ambos no es la primera vez en la Ehunmilak, por lo que son como los embajadores de la carrera para mi.
Recogida de dorsal y ya quedamos para la Pasta Party. Que bien montado lo tienen y que deliciosa la comida en un lugar espectacular. La carrera acaba de subir puntuación antes de darse la salida.
Luego nos vamos a descansar y a preparar la bolsa de vida. Me siento cansado, pero a la vez, con una sensación agradable por estar aquí. Me meto una de esas siestas que me gustan, de 2 horitas, como dios manda.
Ceno temprano, de "mala manera", un bocadillo de jamón serrano, unos dulces, un poco de fruta y poco más.
A las 22:30 horas ya paso el control de material para meterme en el "gallinero". La puesta en escena en la zona de salida es espectacular. Aquí cuidan al corredor y, tengo que decirlo, su cultura. Que no falte nunca este enlace entre deporte y cultura.
SALIDA:
A las 23 horas tomamos la salida con una zona "petada" de gente y con la música de Vángelis. La adrenalina corre por las venas de todos los corredores y los ánimos de la gente se siente por todos los lados. Salimos como toros de Miura, en volandas.
Ya saliendo del pueblo, me habla una chica "llevas el frontal apagado" (en euskera). "Si, ya lo sé, gracias, hasta salir de la zona urbana no lo enciendo". Durante varios minutos, voy en un "grupo" en el que van 2 mujeres que son reconocidas por la multitud de gente que hay, a las que le dan ánimos (una de ellas era la que me habló del frontal). Y cuando me doy cuenta, ya estamos en el primer avituallamiento (Zaldibia). En este avit. me pasan muchos participantes, simplemente porque yo paro a llenar un soft (como tiros).
Justo al salir, me uno de nuevo a un grupo en el que van estas dos chicas. Poco a poco vamos perdiendo corredores por la parte trasera.
Comienza a hacer fresco y la niebla cada vez es más intensa. No se ve más allá de 5 metros. Pasamos el Txindoki. La noche está muy fresca.
Justo antes de coronar, vuelvo a enlazar con una de las chicas, logro verle el dorsal, se trata de Mayi Mújica. Con ella logro bajar de la cima, pasar por Uarrain y descender hacia Lizarrausti (avituallamiento 4). Aquí, como es normal, soy más lento que el resto de los mortales. Cojo agua y como algo de fruta (plátano sobre todo). No tardo en conectarme de nuevo con Mayi. Aunque no hablamos nada, nos vamos compenetrando bien. En las subidas prácticamente tiro yo y en las bajadas es ella la que me lleva a remolque. Las bajadas son infernales para mi con tanto barro.
Entre Lizarrausti y Etxegarate, llevamos un ritmo fuerte, intercambiando posición de vez en cuando. Logramos adelantar a varios corredores, pero me acuerdo de uno en especial, un chico que llevaba una badana con la bandera de UK. Aunque pensaba que no iba a aguantar el ritmo (lo cogimos subiendo), se agarró a nosotros y no nos soltaba y quien realmente se quedó fui yo, al comenzar con el estómago revoltoso. Tuve que parar en el km46 aprox. y, aunque pensé que los cogería más adelante, ya no fue así. Se perdieron entre la niebla y ya no volví a ver sus luces a lo lejos. No quedaba mucho para el avituallamiento y base de vida, pero al ir sólo, las cosas se ven de otra forma y, aunque pensaba que llevaba buen ritmo, no era así.
Por fin llego a la base de vida (Etxegarate, km 49). La última bajada me dejó dolorido de piernas y alma. Al llegar, intentaba sacarme las zapatillas y no era capaz con la cantidad de barro que traían. Finalmente logre sacarlas y cambiar los calcetines. Decidí continuar con las Tomir 2.0, al tener más taco que las que tenía en la base de vida (Tomir 1.0 con taco gastado). Las condiciones del terreno no dejaban lugar a dudas. También cambié la camiseta. Me tomé un recovery chocolate de Tailwind que me sentó muy bien y algo de fruta. Estaba cansado y comenzaba a cogerme el frio, por lo que lo mejor sería salir de allí cuanto antes. Estuve parado más de 15 minutos, lo que hizo que viese muchos corredores y corredoras llegar allí y salir delante mía. La mejor opción era salir ya, y así lo hice, solo. Aún no era de día y yo estaba deseando que lo fuese.
Estaba cansado y me pasó algún que otro corredor bajando, donde me caí un par de veces. Se hizo de día, pero el cuerpo no quería comer y lo necesitaba. Sólo me entraba endurance Tailwind y agua.
Tocaba la ascensión a San Adrián, de día y poco a poco voy cogiendo ritmo y rivales. Llego al avituallamiento por delante de una chica y un chico que adelanté un poco más abajo. Me lo tomo con calma, recuperando y saliendo con ganas. Me adelantan de nuevo en el avituallamiento.
Justo al llegar a la base de la capilla, logro juntarme de nuevo con ellos, la chica, Olatz Azazeta y Oier Salaberria. Juntos subimos y coronamos el Aizkorri.
Recuerdo que en esa bajada, me dejan descolgado y que tengo que parar a "hacer de campo" y que me pasaron 3 corredores muy seguidos. En ese momento decidí ponerme los cascos y escuchar mi playlist. Sin quererlo, el ritmo era más dinámico y la música hacía que me olvidase de los dolores musculares y cansancio y, cuando me di cuenta, estaba cogiendo de nuevo a esos corredores que me adelantaran hacía un rato. En una gran pradera, logro ver a varios, a los cuales les puse el ojo. Vamos recortando, vamos bien.
Bajando, lo paso mal, pero intento llevar un ritmo que pueda tenerlo hasta meta. Olatz baja como una potra salvaje, al igual que Oier.
Avituallamiento Oazurtza (km66). Salgo del avituallamiento con 2 corredores (uno es Oier), charlando y confiados que llegaremos a meta en buen tiempo. Nos despistamos hablando y tenemos que retroceder unos metros para volver a la senda de carrera. Voy cansado y con el sol apretando de lo lindo. Supongo que todos iremos igual a estas horas. Los dos compañeros se emocionan y me van dejando. Yo me lo tomo con calma, ya sólo estoy pensando en llegar a meta. Ya queda menos.
Continuamos en bajada, muy embarradas y lo principal era no hacerse daño. Me siento sucio pero el cuerpo parece que comienza de nuevo a funcionar. La tripa no da señales de debilidad, lo cual me da confianza. Ya no veo a los dos compañeros de antes. Por detrás tampoco veo a nadie.
Avituallamiento Mutiloa. Me hago otros 2 endurance Tailwind, bebo un par de vasos de agua, fruta y saliendo. Quedan 11 km en bajada por pista y con poco desnivel descendente. Voy a darlo todo.
Comienzo con un buen ritmo de crucero. Paso por algunos charcos de agua y veo que esta se mueve. Parece que las huellas son frescas (parezco un explorador). A lo lejos, veo unos reflejos. Si, son corredores. Me da un subidón pero me digo por dentro, "tranquilo, queda tiempo". Y poco a poco, con el ritmo que llevo, voy acercándome y adelantando corredores. La primera es Olatz, que está pasando un mal momento. Le animo y ofrezco que coja mi ritmo, pero sabemos que no debe hacerlo. Me voy y comienzo a pensar en lo que me dijo mi amigo Maneiro, "deja patas para después del último avituallamiento, vas a recoger cadáveres". Y con esa frase en la cabeza, fui poco a poco atrapando corredores, un total de 8 en los 9 últimos km. Mi llegada a Beasain era pletórica, lleno de energía y fuerza.
La llegada a meta, otro mar de ánimos de la gente por la calle. Llegamos, y con nota. Objetivo cumplido, menos de 13 horas y de como estaba de barro el circuito. Con buenas sensaciones y viendo que el cansancio del Ultra 105 Andorra no era para tanto.
DATOS:
🏃 90.5 km
⌛ 12:32:45 horas
🏆 24 general (de 537 inscritos)
💦 1 endurance Tailwind/hora aprox + gel+agua (la necesaria). + 1 Recovery chocolate Tailwind en el km49
🍬 plátano, bocadillos, melón, patatas fritas ...
👟 Tomir 2.0
🏁 1 Recvery chocolate Tailwind + 1 Recovery chococate Tailwind a las 2 h. de finalizar.
Quito