la TRAVESERA,
la madre de todas las carreras
No voy a decir que no llegué acojonado a Arenas de Cabrales, después de oír la charla técnica.
Tampoco sabía lo que me podía encontrar en esas montañas. Podía imaginar sus desniveles, el tipo de suelo, etc. Todo acojonaba, pero creo que me conozco bien a estas alturas y el objetivo era acabar dignamente esta "travesía" de 74 km y más de 13000 metros acumulados.
La planificación para llegar aquí, la respeté bastante bien dentro de lo que he podido. Los deberes estaban hechos y la planificación de carrera estaba hecha y estudiada.
Fue un acierto irnos para Arenas de Cabrales el jueves. La compañía no podía ser mejor, Iván Brea, amigo y compañero de trabajo. Nos dio tiempo a repasar material, avituallamientos y de hablar de la gestión de la carrera.
Y aquí debo dejar la anécdota graciosa de la aventura. Estando descansando en la habitación y luego de ver a Manu Merillas por la ventana, escuchamos minutos después que alguien quiere abrir nuestra puerta de la habitación. Al ver que no dejaban de insistir, Iván se levantó a mirar, "a ver si no es Merillas 😅", Y sí, así era, Manu Merillas que se confundieron diciéndole el número de habitación. El vacile por parte de Iván no fue pequeño jajajaja.
Lo solventamos más tarde con una foto 📸.
ESTRATEGIA DE CARRERA:
Destacar que llevaríamos un soft a mayores, al ver los pocos lugares para abastecerse de agua.
Llevaría los tiempos intermedios en el dorsal, recogiendo eses tiempos del año pasado de los amigos Cancelo, Pensado y Xan.
La inexperiencia de correr en la nieve me preocupaba, por lo que todo eran incógnitas.
También era una incógnita lo que me encontraría ahí arriba (nieve, pedreras, ...).
Lo que sí tenía claro es que tenía que acabarla.
Haría dos avituallamientos "tranquilos", en Caín y en Vega de Sotres, donde me cambiaría y tomaría un "recovery".
Desde Vega de Sotres, intentaría no bajar el ritmo e incluso mejorarlo. Es decir, debería llegar con fuerzas a Vega de Sotres.
Donde podamos coger agua, recargaremos siempre.
Bueno, al lío. A las 20:30 horas nos fuimos a cenar algo antes de prepararnos para coger el bus que nos llevaría a la salida en El Repelao-Covadonga.
En la pre-salida, aún nos dio tiempo a tomar un café, que se agradecería a esas horas de la madrugada.
SALIDA:
Como siempre y más en este caso, saldría tranquilo, pero los consejos de varios amigos, hace que me esfuerce un poco hasta la llegada a la Santina de Covadonga, momento en que nos ponemos en fila de a uno.
Todo parece que va según lo previsto. El bochorno es notorio y la niebla incluso nos moja con ese "orballo" que forma.
Llegamos al avitualllamiento de Lago de Enol. Me sorprende la cantidad de gente que hay a estas horas animando y la cantidad de voluntarios que nos acompañará durante toda la carrera.
Minutos más tarde, el estómago me dice que hay que pasar a evacuar. Que mejor sitio que al lado de las "vaques" y en un buen descampado.
Recuperando posiciones y ritmo, me encuentro a Lupe Rubio, que va fuerte. Después de unas palabras, continuo con lo previsto.
En la fuente de Vegarredonda, nos juntamos un buen grupo de gallegos (Xan del Terras do Burón, Iván Brea del AMI, Samuel Saborido y Armando Calvo del Tribu Trail, David Rodríguez y Antonio Toucedo del Xesteiras).
A partir de aquí y prácticamente hasta meta, recuerdo coincidir en prácticamente todos los avituallamientos y en carrera, con Iván Brea y Xan. Unas veces llegaba uno primero y otras otro al avituallamiento, esa fue la tónica de carrera.
La noche se hacía "pesada" con el bochorno, la llovizna y la niebla. En un momento pensé que podía perderme si iba sólo, por lo que aceleré un poco para no perder el grupo delantero.
Cerca del Jou Santu (primera cota importante), aparece el primer nevero por el que resbalo y temo "por mi vida". Cada vez cogía más velocidad y no había forma de parar por el nevero abajo. Por fin paro a unos 5 metros de una gran piedra 😅. Mientras veía que los "Astures" me pasaban cuan rebecos 🐐 en la montaña. No fue fácil volver arriba a coger el recorrido y lo peor es que desde aquí, cogí "miedo" cada vez que había que pasar por nieve (que no fueron pocas). En fin, que una vez pasado el Jou Santu y con peligro de caída, llegamos a Mesones, con la piedra totalmente mojada y con poca visibilidad. Había que cuidar los cuádriceps, ya que no llevábamos ni 1/3 de carrera. Por aquí abajo ya me viene a la cabeza que hay que "sobrevivir" a la noche y cuando se haga de día ya veremos. Y así fue cuando llegamos a Caín, final de la bajada. Aquí tocaba coger agua suficiente y alimentarse un poco. Recuerdo que Iván salía por delante. Nos esperaba el temido Canalón de Dobresengos. Y efectivamente, temido. Nunca pensaría en la dificultad que podía tener. Hubo que recoger los bastones y escalar unos metros. Y aquí sí quiero destacar un "pequeño" detalle. Cuando comienzan lo que parecen escaleras de piedra, me agarro a un arbusto y se me resbala la pisada, por lo que me quedo colgando del arbusto. Al salir de esta situación, se me dió por mirar la caída, y menos mal, pues había una caída de unos 40-50 metros de caída libre. Aquí comprendí de nuevo que tenía que ir más tranquilo y sobrevivir a la noche.
A partir de aquí, no sé si porque tomé la carrera más tranquila o si el recorrido se hacía "más amable", lo cierto es que, aunque cada vez se hacía más empinada la montaña, iba recuperando distancia con respecto al grupo delantero.
Se está haciendo de día y eso me gusta. No voy hablar de la belleza de la montaña 😍, porque sino se haría esto mucho más largo de lo que es 😅.
Seguimos con los problemas en la nieve, por lo que soy muy muy precavido. Los corredores siguen pasándome, pero no caigo en la tentación de seguirlos, más que nada, porque veo que no me he hidratado lo suficiente y a la vez tampoco alimentado. Un error en las bolsas que tenía que meter en la mochila hace que me "descoloque" un poco en este aspecto. El aprovechar el agua "por si acaso no me llega", hizo que comenzase a beber menos de lo establecido y las consecuencias comenzaban a verse en lo físico.
Pasamos Horcada de Caín. En toda esta zona hay varios neveros pero se va poniendo más "corrible" conforme vamos acercándonos a Vega de Urriellu. Aquí volvemos a coincidir los 3 mosqueteros (Iván Brea, Xan y yo). Unos con mejor cara que otros. Por aquí tenemos amigos esperándonos en el avituallamiento (Diego Bermúdez y Aarón, Felipe y Oscar, ...). Aunque como algo y bebo bastante, salgo con Iván hacia Collada Bonita. Xan va por delante, con buen ritmo y mejor cara. Conoce el recorrido al dedillo.
El sol aparece en Urriellu, la nieve nos va acompañar hasta la cima. Comienzo a sentir que no tengo fuerza. El cansancio ya lo tengo dentro de mí. Tengo que parar alguna vez para descansar y tomármelo con calma. Sólo deseo llegar a Vega de Sotres para cambiarme y recuperar bien, pero aún queda muuucho hasta allí.
Si la subida a Collada Bonita (2382m) se me hacía larga, la bajada hacia Vega de Sotres se me hacía interminable. "Sin energía, todo son problemas". El ritmo era bajo, pero era el que había para intentar llegar a Vega de Sotres y desde allí seguir con las posibilidades intactas de llegar a meta.
Y por fín, llego a Vega de Sotres, donde veo a Iván Brea y Xan. Me sorprendo de que aún estén allí, pues pensaba que ya me sacaban un mundo. Cojo el avituallamiento con tranquilidad. Cambio de ropa total, un "recovery" antes de nada y comer algo de fruta. Iván y Xan ya salieron pero mi objetivo es llegar a meta. Decido también, cambiar el calzado, las Thenortface sustituyen a las Salomon que, aunque están acabadas y sin taco, necesito cambiar de ruedas.
Salgo por fin del avituallamiento y me encuentro a varios gallegos/as en los primeros metros, que me animan y me hacen más llevadero el recorrido. Comienza de nuevo otra subida hacia Valdominguero. Aquí, con todo de niebla, parece que llevo buen ritmo y cojo algún corredor. Tengo un percance de los buenos. Doy con la rótula derecha contra una piedra. El dolor es tan grande que pienso que me la rompí y después de unos minutos, sigo andando e intentando correr. Parece que podemos seguir.
No tardo en ver a lo lejos otro corredor que, cuando estoy a unos 15 metros de él, veo que es mi compañero Iván Brea. Ufff, que alegría. Un poco más a lo lejos, distingo también a Xan. Ostrás, pues acabo de resurgir de las cenizas. Parece que acabo por recuperarme físicamente. Iván me deja pasar, al ver que llevo mejor ritmo. Él que parece algo cansado.
En esa eterna subida, consigo enlazar con Xan y menos mal. Aquí viene otra de las anécdotas de carrera. Antes de llegar a la cota, me encuentro con un par de cuerdas que, al mirar para arriba no veo que me lleven a ningún sitio. Menos mal que Xan me dice como tengo que hacer y donde debo poner los pies para llegar arriba. La sangre parece que no me llega a la cabeza para pensarlo 😅. Yo sólo veía una caída de sabe dios cuantos metros a mis espaldas. En la cima, me espera para que contemple las hermosas vistas que dejamos atrás.
Salgo antes que él bajando hasta que encuentro el primer nevero. Como me dijo en la meta "que forma de baixar é esa" 😅. Cierto. Yo intentando no caerme por el nevero y él saltando como un rebeco. Fue un visto y no visto. Desde ese momento sólo veo que me va cogiendo cada vez más y más distancia sobre la nieve y pedreras. Tanto es así que cuando llego al Casetón de Andara, lo puedo distinguir a un par de km de donde estoy.
A quien no veo por atrás es a mi amigo Iván que estaría pasando un mal momento.
Desde Andara al Jitu Escarandi, es todo pista que agradecen mis tobillos y cuerpo en general.
Un avituallamiento rápido en el Jitu Escarandi y a por la Sierra de Portudela. Aquí sabía que, o había lesión o acababa la carrera aún que fuese andando.
Decido tomar otro recovery que llevaba de "emergencia" y salgo con buen ritmo. Subiendo (de nuevo subiendo), comienzo a coger algún corredor. Recuerdo a un trío que lo pasé "en el aire" y ya bajando, enlazo con otro corredor que a la postre, sería con el que acabaría en línea de meta. Entre los dos, cogimos buen ritmo.
Recuerdo que no dábamos llegado a la temida Calzada del Caoru y cada vez que preguntábamos a un voluntario, nos decía distinta distancia hasta llegar a ella 😂.
Y por fin llegamos al Caoru. Le teníamos miedo pero la bajamos con buen ritmo y sin problemas. No estaba seca, pero tampoco la vemos muy húmeda.
Y llegamos a Arenas. Ese kilómetro y poco por asfalto nos dice, por un lado que ya sabemos que vamos a llegar (y en menos de 15 horas) y a la vez, se hace eterno hasta llegar a meta.
DATOS:
⏲ 14:45:36 h
🏆 61º (28º vet. A)
💓 128 ppm
💧 8 tailwind (menos de los planificados) + 2
🍬 5 geles maurten (menos de los planificados)
🍉🍌🍊 en todos los avituallamientos
👟 Salomon sense ride 4 hasta Sotres y TheNortFace vectiv hasta meta
Dorsal con tiempos estimados |